En la noche cuando no puedas detener a tu corazón,
que gotea como un grifo de agua,
acuérdate que eres como un barrio de árboles dorados.
Como un atardecer anaranjado.
Y que tus ojos, que tus ojos son como la taza té que me tomaría un día oscuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario